“Lo nuevo es que es la película es un musical, que la grabamos fuera de la Argentina y que la urgencia del país nos empujó a opinar sobre el presente. El ataque del gobierno y la marginación de artistas, jubilados y miradas disidentes nos empujó a la acción”, comenta SANTIAGO GIRALT a DIRECTORES, y continúa: “Creo que no hay nada que se parezca a UPA! en la Argentina ni en otro país. Una saga independiente, financiada con micropresupuestos, construida por tres directores, actores y guionistas que usan el cine para comentar sobre el presente y, a su vez, van envejeciendo con los personajes. Se dio una coincidencia y un empuje personal. Mi esposo y yo nos mudamos a Atenas hace un tiempo, CAMILA y TAMAE tenían un pitch de una película en Bruselas y HILDEGUNN (actriz/personaje integrante de la saga) podía unirse a la aventura, y así se hizo. Luego fue todo muy medido: los viajes, las locaciones y demás. Como trabajamos sin permisos, hay cuestiones que en el cine de industria llevan mucho tiempo y dinero, y aquí es una cuestión de llegar al lugar para tomar el momento”.
¿Por qué seremos tan dementes, los chicos del cine independiente? Ese era el cántico con UPA! 1 ¿Recuerdan? ¿Sigue habiendo “demencia” en el cine independiente argentino, sobre todo en las comedias?
TAMAE: Tal vez, como soy más del cine de género, podría arriesgar que en el fantástico independiente argentino, ¡sí que hay demencia!
CAMILA: Somos guardianes de la demencia y de la exploración. Sí hay, como dice TAMAE, ejemplos en el cine de género que, como tal, invita a la demencia. Pero es cierto que existe una imposición grande de la industria, ahora comandada por las plataformas y sus algoritmos, que pareciera valorar cada vez menos la exploración y el humor rabioso que tenemos en UPA! WERNER HERZOG, en una master class que dio en Buenos Aires, dijo que para ser director de cine hay que saber robar, abrir candados, manejar camiones. Eso lo tomamos como costumbre; robamos locaciones, pasamos sin permisos. Y eso es gracias a un sistema de producción muy pequeño, en donde no llamamos la atención. Esta película fue hecha con celulares, así que podíamos parecer cualquier turista, aunque estábamos desarrollando escenas.
¿Qué influencias encuentran en la saga?
SANTIAGO: Siempre [JOHN] CASSAVETES va a aparecer en una esfera de influencia cercana. Creo que UPA! tiene mucho de FACES, de SHADOWS, y una linda escena de borrachos en UPA! 4 es digna de HUSBANDS. Y de documentalistas como [FREDERICK] WISEMAN o cineastas como AGNES VARDA y [JEAN-LUC] GODARD, en ese aspecto de utilizar el cine para registrar una urgencia, una expresión. En la cuarta citamos a TIBURÓN, CABO DE MIEDO, SINGING IN THE RAIN, y el mito de Medea.
CAMILA: También siguen estando presentes las influencias del Dogma 95, fundamentalmente THOMAS VINTERBERG, que usa la improvisación como motor para el drama y el humor. Pero no encuentro otro ejemplo, además de RICHARD LINKLATER, en cuanto al uso del tiempo en los personajes. Y sobre el sistema de producción, en los “Pampero” aparecen similitudes referidas a lo independiente y colaborativo.
Después del Oscar a ANORA, ¿sienten que la comedia todavía es un género marginado, visto como “menor”?
SANTIAGO: Como realizador que se mueve en el territorio de la comedia como forma de expresión, te digo que es considerada menor y que tiene un lugar marginal en los festivales importantes, a no ser que sea una comedia de un autor ya consagrado. Sin embargo, sigue siendo el modo de decir más poderoso.
TAMAE: ¡De acuerdo! Es un género tenido en menos, pero que en el BAFICI siempre tuvo su lugar especial, y doblemente con JAVIER PORTA FOUZ, que como director le ha dado a la comedia un lugar preponderante. Es bueno que señales el Oscar a ANORA, de SEAN BAKER. Creo que está indicando que el mainstream, de pronto, se ve agotado y necesita del cine independiente, no solo para renovarse, sino también para reencontrarse con lo cinematográfico desde un lugar más refrescante.
¿Temieron que la autorreferencialidad de la saga se perdiera en el efecto y no permitiera que la película fluyera? ¿Cómo es escribir un guion a seis manos?
SANTIAGO: La película está basada en improvisaciones, así que el guion es una lista de escenas que vamos discutiendo en el proceso de elaboración del guion. Son los personajes los que nos llevan, son ellos los que nos mueven y nos piden no repetirnos, en el diálogo con los personajes aparecen las mejores ideas.
TAMAE: Si hay algo que no nos pasa en UPA! es temer [risas]. Existe una confianza y una corriente de urgencia por retratar el contexto del cine argentino del momento que nos obliga a avanzar sin dudar.
CAMILA: Hoy, los personajes de UPA! hablan solos. Cuando nos juntamos, cada uno plantea qué quiere que le pase a su personaje, en función de la ficción, y como curva de vida, en donde el tiempo y las ediciones anteriores nos sugieran. Lo autorreferencial ya no es sobre nosotros mismos como individuos (los personajes se fueron alejando de nuestras vivencias personalísimas), pero sí de nuestro entorno, donde ellos tienen vida y experiencias propias. Les prestamos el cuerpo y la voz. Ellos viven.
SANTIAGO: Fernando, este precioso personaje que hago en UPA!, que ahora está “transicionando” hacia Pina, me ayuda a pensarme, me lleva a lugares que he dejado o quiero dejar atrás y me permite reír de las malas experiencias que quedan fuera de la pantalla en este camino de hacer cine.
Vos trabajaste en México, TAMAE. ¿Es más sencillo hacer cine independiente allá? ¿Qué mirada había en el extranjero sobre el INCAA?
TAMAE: México tiene una industria poderosísima y un mercado muchísimo más grande que el argentino. Acá es mucho más valorada la experimentación y las películas más peculiares en general. El INCAA en el extranjero es sinónimo de factibilidad, si tu proyecto tiene su apoyo, es una garantía para las coproducciones internacionales. Es una pena lo que está pasando, porque destruye la industria cinematográfica y la posibilidad que tiene de traer divisas y negocios al país.
¿Qué desafíos te genera actuar y dirigir, CAMILA? ¿Cómo es la actuación en este dispositivo colectivo?
CAMILA: Hace casi veinte años, con la primera de las UPA!, los tres nos pusimos en el doble rol de actuar y dirigir. Y eso, que fue la urgencia de hacer y la idea de ponernos nosotros delante de la cámara como primer recurso, se transformó con los años en un sistema, un método narrativo, estético y de producción. La improvisación es una experiencia gozosa para el actor que construye el personaje al mismo tiempo que lo pone a jugar. Basamos las improvisaciones en premisas. Sabemos a dónde hay que llegar y la “impro” nos da lo inesperado. Cuando estás delante y detrás de cámara a la vez, tenés una conciencia mayor a la de tu personaje. Estás construyendo estructura narrativa. Pensando en el todo.