
En diversas oportunidades, la nueva y actual autoridad del INCAA declaró públicamente que su conducción del organismo se basaría en el estricto cumplimiento de la ley, en particular, la Ley de Cine. Sin embargo, desde el inicio de su gestión, ha tomado decisiones que no solo contravienen la letra de la norma, sino fundamentalmente su espíritu.
El INCAA tiene como finalidad primordial el fomento y la regulación de la actividad cinematográfica. No obstante, todas las medidas adoptadas han perjudicado el desarrollo y crecimiento de la industria audiovisual. Prueba de ello es que, a lo largo de 2024 y en lo que va de 2025, generó un RÉCORD HISTÓRICO. NO SE FILMÓ NI UNA SOLA PELÍCULA, CERO PELÍCULA con apoyo del INCAA, otorgado bajo su gestión, debido a las perjudiciales decisiones que tomó y resoluciones que emitió.
Eliminación de los instrumentos de fomento a la producción
La supresión de la “preclasificación de proyectos” ha impedido que las productoras cuenten con previsibilidad respecto a los subsidios que podrían obtener, dificultando la elaboración de planes económicos y la formalización de coproducciones internacionales, lo que ha provocado la pérdida de recursos genuinos para la producción nacional.
Muchas producciones que ya contaban con fondos internacionales asignados han tenido que renunciar a esos recursos, debido a la falta de reglas claras, afectando proyectos que llevaban años de desarrollo e inversión.
La implementación de créditos bancarios como herramienta de fomento ha demostrado ser ineficaz. La historia ha probado reiteradamente que este mecanismo no funciona en la industria cinematográfica debido a la naturaleza de su ciclo económico. Como resultado, ninguna productora ha accedido a estos créditos.
La promulgación del Decreto 662/2024 ha introducido una restricción injustificada: un año de espera para solicitar un nuevo subsidio tras haber recibido otro. Esta medida limita gravemente el desarrollo de las productoras y, al extender la restricción a integrantes y administradores de las empresas, desconoce el principio de personalidad jurídica diferenciada establecido por el Código Civil y Comercial de la Nación.
En un intento de corregir errores, se impulsó el Decreto 984/24, el cual solo agravó la situación. Su aplicación retroactiva ha perjudicado producciones en curso, afectando la previsión financiera para el pago de salarios y cargas sociales. La alteración arbitraria de las reglas ha generado una pérdida significativa de empleo en una industria ya en crisis.
La limitación del reconocimiento de los costos de producción al 50 % de los reales, sin justificación lógica y en contra de lo dispuesto por la Ley de Cine, ha dificultado enormemente el recupero de las inversiones.
Los concursos destinados a descubrir nuevos talentos no pueden sustituir los mecanismos de fomento a la producción establecidos en la Ley de Cine como principales herramientas.
Retiro del apoyo a la difusión y comercialización del cine nacional
Mediante la Resolución 16/2024, se suspendió el apoyo económico a festivales y organismos provinciales, limitando el acceso del público a un cine nacional diverso y favoreciendo exclusivamente a las grandes compañías internacionales.
Se eliminaron herramientas como la cuota de pantalla, la “media de continuidad” (que permitía extender la exhibición de películas exitosas en salas comerciales) y las ayudas a lanzamiento, dificultando la planificación de estrenos y limitando el acceso del público a un cine nacional diverso.
El cine Gaumont, que se dijo debía ser “el Teatro Colón del Cine Nacional”, ha pasado a programar cine internacional, el mismo que exhiben las salas comerciales, desplazando al cine argentino de sus pantallas.

Se transfirió la plataforma Cine.ar a la Secretaría de Medios y Comunicación de la Presidencia, generando incertidumbre sobre su continuidad.
Como resultado de estas medidas, en 2024, la participación del cine argentino en la taquilla fue la más baja registrada, representando apenas el 2,19 % del total, una caída del 60 % en comparación con 2023.
Pérdida de presencia en el ámbito internacional
Se renunció a la organización del mercado “Ventana Sur” en Argentina, que desde hace más de 15 años servía como plataforma de acceso internacional para las productoras nacionales.
Se retiró el apoyo económico a películas participantes en festivales internacionales, reduciendo la visibilidad del cine argentino y limitando su acceso a nuevos mercados.
En el inicio de esta gestión, se afirmó que “nunca veríamos a este Presidente pasearse por los festivales de cine”. Sin embargo, recientemente, se hizo presente en los festivales de Berlín y Málaga en representación del cine argentino, el mismo que su administración está impidiendo producir. Pronto será evidente la ausencia de nuestras películas en esos espacios.
Lamentablemente, no hemos sido escuchados
Desde las Asociaciones del sector hemos intentado transmitir a las autoridades nuestra experiencia sobre las consecuencias que tendrían las medidas adoptadas, así como compartir ejemplos de países como Uruguay, Colombia, España y Chile, cuyas cinematografías han crecido gracias a políticas de fomento modernas.
ESPACIO AUDIOVISUAL NACIONAL
ENTIDADES FUNDADORAS
APIMA – Asociación de Productores/as Independientes de Medios Audiovisuales / ARGENTORES – Sociedad General de Autores/as de Argentina / DAC – Asociación General de Directores/as Autores/as Cinematográficos y Audiovisuales / PCI – Proyecto Cine Independiente
ADHERENTES
CADICINE – Cámara Argentina de Distribuidores Independientes Cinematográficos / CAIC – Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica / CAPPA – Cámara Argentina de Productoras Pymes Audiovisuales / CDC – Colectivo de Cineastas – Cinematográficos y Audiovisuales / RDI – Realizadores Integrales de Cine Documental