
“Se aconseja a los espectadores que tengan cuidado al confiar en sus componentes visuales y auditivos”, dice un descargo de responsabilidad en pantalla cerca del comienzo de SOBRE UN HÉROE, ópera prima de PIOTR WINIEWICZ, estrenada en la apertura del Festival Documental Internacional de Amsterdam (IDFA). El film parte de un guion escrito por un modelo de IA especialmente entrenado con todas las obras, palabras y textos de WERNER HERZOG y al que bautizaron “Kaspar”, en honor a KASPAR HAUSER, la obra acerca del probable hijo de Napoleón, realizada en 1974 por el cineasta alemán, que en su documental HE AQUÍ LAS ENSOÑACIONES DEL MUNDO CONECTADO (2016) reflexionó sobre la inminente batalla de la humanidad con sus propias innovaciones digitales.
La siguiente charla con PIOTR WINIEWICZ fue publicada por Cineuropa.
Empezaste a trabajar en “Kaspar”, en 2018, ¿ayudaron los avances tecnológicos y su ritmo acelerado en los últimos años de la realización?
Sí, avanzaron muy rápido, especialmente en los últimos dos o tres años. Por un lado, era molesto, porque la gente decía que era el momento de estrenar, pero ante cada nuevo avance tecnológico parecía que algo iba a faltar, aunque desde el principio también decidimos que no tenía sentido perseguir la tecnología, ya que la película no se enfoca tanto en la IA, sino precisamente en la tecnofobia. La intención nunca fue adoptar la IA como una herramienta en el cine. En todo caso, fue todo lo contrario. La película surgió del deseo de expresar escepticismo hacia ella. Cuando empecé, en 2018, quería trabajar en un proyecto apolítico, y desde entonces la IA se ha convertido en un tema político importante, especialmente en la industria cinematográfica. Esta no es una película generada por IA, y su premisa es ver qué sucede cuando alguien está tratando de secuestrar tu imagen.

¿Cómo afectó esta decisión al resto de la película?
De ahí surgieron ciertas estéticas; prefiero retroceder en el tiempo a los inicios de Internet con las cosas, y la relación con la IA no se enfocaba en el proceso de creación de la película, así que nos centramos menos en las herramientas que usamos. No creo que las estemos respaldando. Se podría comparar con la reacción ante la llegada de la imprenta, la fotografía y otros inventos tecnológicos similares. Creo que la gente siempre ha estado asustada y preocupada frente a los nuevos instrumentos. El cine es alérgico a las siglas, a la TV, a la RV o realidad virtual, a la IA… Todo suena a malas novelas de ciencia ficción, no encaja en el vocabulario romántico del cine de autor. Pero al final del día, el cine es una industria que siempre se ha adaptado a la tecnología.
¿Cómo describirías el proceso de creación de la película, en particular, la transición del guion al rodaje?
Para cuando empezamos a rodar, nos sugerían hacer un documental sobre el making of para capturar todas las capas de la adaptación del guion. Pero, bueno, el making of no fue tan interesante. Como en cualquier rodaje, fue muy divertido, pero al ser una forma de rodar bastante convencional, me preguntaba constantemente ¿qué era diferente respecto a los sets normales? Quizás el hecho de que hubiera tantas discusiones y que todos tuvieran una opinión sobre la IA. Y me refiero a todos, desde los actores hasta el director de fotografía y los encargados de la producción, todos tenían una opinión. Así que eso influyó constantemente en la película. El set y la etapa de preproducción se llenaron de conversaciones acerca de los límites entre hacer una película sobre IA y usar la IA como herramienta. También tuvimos largas discusiones con los abogados sobre las posibles implicaciones legales de la película, a pesar de que los problemas son, en gran medida, éticos.

WERNER HERZOG es la personificación del Romanticismo. Está presente en la película, aunque no físicamente. ¿Sentiste su espíritu, presencia o influencia durante el rodaje?
Suya es la frase “una computadora no hará una película tan buena como la mía en 4500 años”. Sin duda, nos inspiró y formó parte del debate, sobre todo en cuanto a cómo se expresan las cosas. Nunca fue nuestra intención hacer una película sobre HERZOG, porque nadie puede. Si llamás a SOBRE UN HÉROE “la película de HERZOG sobre IA”, te equivocás: no trata sobre HERZOG ni sobre IA. HERZOG no es un sujeto, sino un objeto en la película. Creo que tenía mucho sentido que fuera él, porque tiene una voz distintiva, un vocabulario propio y una extensa filmografía en la que confiar. En nuestra película, la estética fue fundamental para conectar la narrativa ficticia con la narrativa documental, así como la pesadilla final. Siendo escenógrafo de profesión, yo me tomo muy en serio el aspecto visual, pero las películas de HERZOG no comparten puntos en común en este sentido. Por ejemplo, recuerdo que WERNER dijo que si veía un hermoso amanecer, era antiestético, y apartaba la cámara.
Por el contrario, SOBRE UN HÉROE parece muy estéticamente estilizada.
La estética fue tan crucial como encontrar el lenguaje, así que estuvimos siempre recreando cuidadosamente el set. Era importante que hubiera algo artificial en el aspecto, pero no estaba interesado en usar imágenes generadas por IA. La clave principal fue la inspiración del DF alemán THOMAS DEMAND, que usa modelos de papel. Queríamos lograr una calidad artificial: no hay patrones naturales; todo lo que ves es cuadrado y perturbadoramente limpio. Y es curioso que cuando estábamos filmando, no sabía cuánto mejoraría la calidad de generación de video mientras tanto. Ahora, la gente ve la película y dice que piensa que las cosas son generadas, que no siempre pueden decir si las imágenes son reales o no. Creo que le da a la película otra capa de artificialidad.

El crítico GUY LODGE resume así SOBRE UN HÉROE: “Es, como gran parte de la creación de la IA, casi auténtica en general, pero inquietantemente imprecisa en lo particular. Dividida en capítulos que no siguen un orden numérico lógico, la historia se centra en una figura invisible: Dorem Clery, un empleado anodino de una fábrica de electrodomésticos de cocina en la ficticia ciudad alemana de Getunkirchenberg, que es encontrado muerto en circunstancias que, ya sea por un juego sucio o un error narrativo de la IA, nunca tienen mucho sentido. El había estado trabajando en un enigmático proyecto, llamado “la Máquina”, en sí mismo un símbolo del desarrollo de la IA y, tal vez, de alguna manera, responsable de su muerte. Las investigaciones de la película en este frente se desvían a enfocar a la viuda de Dorem, Eleonore, quien canaliza su dolor en interacciones con electrodomésticos que, eventualmente, se transforman en una forma de tecnolujuria. “Si en tu cabeza esto es claro, concluyente y digno de ver, has perdido la cabeza”, jadea el facsímil de HERZOG, mientras Eleonore juega con una tostadora. Los entrevistados de la película ofrecen, en su mayoría, reflexiones evasivas sobre la IA. “No me importa rechazar la idea de que los humanos son el principio y el fin de la inteligencia”, dice el crítico cultural CHARLES MUDEDE.
En otra entrevista, de RAFA SALES ROSS en Variety, PIOTR WINIEWICZ confirma que WERNER HERZOG ya ha visto el film y lo ha aprobado, y asegura que contar con la bendición del cineasta alemán era una de las grandes preocupaciones del equipo.
SOBRE UN HÉROE tuvo su estreno mundial en el IDFA solo una semana después de la elección de Trump en Estados Unidos. Al respecto, el joven director polaco remarca: “Me fui a la cama con Kamala en la cabeza y me desperté con Trump, lo cual fue horrible. Soy pesimista por naturaleza, pero creo que es un buen momento para esta película porque muestra explícitamente las consecuencias de la información errónea y la desinformación. La IA tarda años en verificarse, requiere arquitectura forense y muchos recursos para desglosar una imagen. Las personas en habitaciones pequeñas pueden causar un impacto aterrador en el mundo”.