MARTÍN DESALVO.

Este año, en el Festival de Berlín, RODRIGO MORENO, jurado de la Competencia Oficial, informaba: “En la Argentina, durante 2024 no se filmó una sola película producida con el INCAA”, y agregaba: “Más allá de todo esto, nosotros seguiremos haciendo películas con nuestros celulares, pero los pobres aumentan día a día”. Con estas pocas palabras, brindó un diagnóstico certero acerca de qué pasa en la Argentina, nuestro país, que durante muchos años estimuló su cultura desde el Estado hasta que, ahora, un gobierno sentencia que es una herramienta de comunicación asociada a una ideología, dejando de estimularlo e imposibilitando el acceso de directores y directoras, productores y productoras, a una base financiera para llevar adelante sus proyectos. Entonces, ¿cómo seguir filmando?

EDUARDO PINTO –realizador de LA SABIDURÍA, EL DESARMADERO y CORRALÓN, entre otras, y que acaba de rodar en Tucumán la serie TAFÍ VIEJO– afirma: “Es un momento muy crítico el que estamos pasando. Un gobierno de derecha no puede destruir, en un par de años, un movimiento cultural, un arte tan especial para la Argentina y para el mundo como el cinematográfico. Siento que hay que remover los cimientos y reconstruirse. Para crecer como industria, el cine tiene que estar apoyado por el Estado. En este momento, el INCAA está cerrado y muchos autores cinematográficos han quedado fuera de la actividad. Yo siempre me las he arreglado para filmar, hasta cuando era jovencito, en el menemismo. Hay dos caminos, el independiente y el más corporativo, industrial. Creo que la marcha no se detiene. Esta sociedad está adormecida, impactada por todos estos movimientos, pero creo que la reacción va a llegar. Mientras tanto, ahora estoy haciendo una serie en forma privada, junto a JAVIER NOGUERA, que es el productor, y algunos industriales de Tafí Viejo. Hemos podido encontrar otra forma de producir, que es unir energías y capitales. Comprometer a algunas municipalidades o gobiernos, más industriales privados, es una forma de hacer cine y poder generar obra. Espero que como sociedad, no solo en el sector cinematográfico, podamos reaccionar”.

RODRIGO MORENO

Por su parte, MARTÍN DESALVO –director de películas como EL SILENCIO DEL CAZADOR, EL DÍA TRAJO LA OSCURIDAD y EL PADRE DE MIS HIJOS, entre otras– observa: “En estos últimos años y, sobre todo, a partir de las resoluciones que ha tomado este gobierno con respecto al INCAA, solo quedan activas las posibilidades de financiación privada. La financiación estatal, a través del INCAA, siempre fue fundamental, pero cabe aclarar que ya venía mermando. Desde 2014, que fue el pico de sharing de público nacional y de mayor recaudación y producción, en adelante, fue mermando cada vez más, hasta llegar al momento de la pandemia, donde prácticamente fue nulo el apoyo. Actualmente, han cortado la ventanilla continua y todo lo que ya sabemos que ha sucedido. Ese apoyo que se daba, históricamente, al principio era de 900 mil u 800 mil dólares, luego se redujo a 500 mil o 400 mil dólares, hasta que en los últimos años bajó a 50 mil, 60 mil dólares, una cifra muy ínfima respecto al costo medio real de una película. De alguna manera, permitía a los productores medios y chicos, digamos, a las PYMES, tener un anclaje de dinero para salir a buscar fondos internacionales. En general, en los fondos internacionales para países en vía de desarrollo, suelen pedir un 20 % o 30 % del presupuesto asegurado, entonces, ese dinero del INCAA más algún aporte privado de las empresas, entre productores, algún aporte privado de equipos, de luces, cámaras o posproducción, conformaban ese 20 % o 30 % de financiación segura que abría acceso a los fondos de ayuda internacionales. Actualmente, no hay apoyo, y sin ese aporte pequeño, pero fundamental, se complica mucho salir a buscar fondos internacionales cuando esos fondos también se han reducido bastante y los costos en dólares de producción en la Argentina se han disparado a tal punto que, hoy por hoy, es casi igual o incluso más barato filmar en países vecinos, como Uruguay y Chile. Lo cual tampoco facilita hacer una producción allí, porque igual hay que conseguir fondos. O sea, se ha reducido notoriamente la cantidad de cine que se puede generar en la Argentina”.

“Hoy las únicas opciones de financiación son las plataformas, nuevos jugadores, que algo de cine producen, pero más concentrado, más mainstream y comercial, sin mucha diversidad ni independencia. Quedan las coproducciones, tradicionalmente con España, Europa, salir a buscar algo en Brasil, pero insisto, filmar en la Argentina está muy, muy caro y entonces se dificulta juntar el dinero para una película de presupuesto medio. Entonces, solo se pueden filmar películas extremadamente pequeñas, con muy poco dinero, sin ayuda del Instituto, consiguiendo, por ejemplo, algún inversor privado para rodar entre amigos. Ese cine tan pequeño e independiente nutre festivales, puede ser buenísimo, pero es muy marginal, no interesa a las grandes plataformas y está sufriendo mucho. Ojalá esto pase pronto y se reactive. Hay varios fondos provinciales, no muchos, pero alguno está empezando a haber, comprendiendo la importancia del cine y queriendo apostar a que se haga en las provincias. Puede ser un paliativo para este momento”, finaliza DESALVO.

EDUARDO PINTO y CAROLINA FERNÁNDEZ

La productora y directora CAROLINA FERNÁNDEZ (MÉXICO 71) está rodando una película infantil, PATRULLA DEL CLIMA, y aporta: “Según el imaginario, la experiencia de salir a buscar fondos es fácil, pero no lo es. Hay algunos fondos para cine documental, a los que a veces nos presentamos con la productora, pero son poquitos. También está Ibermedia, este año, ANDREA TESTA ganó dos, y es otra fuente de financiación. Presentarse a concursar por fondos es muy frustrante, porque a veces te presentás a cinco y no ganás ninguno. Otra manera puede ser en coproducción, que muchas veces permite, por ejemplo, hacer toda la posproducción de una película en otro país o, a veces, una productora asociada puede enviar directamente dinero, cuando se necesita para terminar. Es muy difícil, porque siempre tenés que poner algo. Hasta ahora, poníamos lo que nos daba el INCAA, pero sin él, es muy complicado. Otra posibilidad son los fondos regionales, presentes en Buenos Aires, Santa Fe, Misiones, Córdoba, dependiendo del domicilio que uno tenga, y siempre es una ayuda que suma al INCAA, aunque ya no imagino cómo será a futuro, porque ahora estamos con proyectos presentados previamente. Yo estoy trabajando con el Fondo Metropolitano, que salió hace algunas semanas, y si bien es poco, sirve para cine documental; lo bueno que tiene es que paga directamente, a diferencia de Mecenazgo, que uno tiene que ir a buscar una empresa para que acompañe con el dinero”.

Por Rolando Gallego